#77. TENER UN TRANCAZO (B1)

¿Qué tienen en común un catarro, una reina, su amante y el “trancazo” del amante? El significado, origen de esta expresión.

TENER UN TRANCAZO

Se dice de manera coloquial cuando tienes un resfriado muy grande o una gripe.

“No puedo ir a la cena, lo siento. Tengo un buen trancazo y es mejor que me quede en casa”.

“Menudo trancazo tienes. No me acerco, que no quiero que me lo pegues (contagies)”.

Titular de El País con la palabra TRANCAZO

Un trancazo, una tranca y un tronco

Un trancazo es un golpe con una tranca o una tranca grande. Una tranca es un palo grueso que se pone atravesado detrás de una puerta o ventana cerrada.

En femenino, también puede ser una borrachera (aunque ahora no se utiliza mucho). Un tronco es el tallo fuerte que tienen los árboles o cualquier palo de madera grande.

Gramática y vocabulario

Podemos usar el verbo tener: tener (un) constipado, tener (un) resfriado, tener (un) catarro; también, coger frío. Podemos usar también el verbo ESTAR: estar constipado/a, estar resfriado/a, estar acatarrado/a. En este caso tenemos que concordar el adjetivo femenino o masculino con el sujeto.

Ya sé que es un poco extraño usar “constipado” como sinónimo de resfriado, pero en español es así. No tiene nada que ver con “no ir al baño”. Algunas veces los españoles tienen problemas con esto en otros países, van a la farmacia porque tienen catarro y preguntan por un medicamento para el “constipado”, después tienen 2 problemas: el resfriado y lo que les causa el medicamento para el estreñimiento.

“María está resfriada. Adolfo está acatarrado”.

Como en “estar enfermo”, no usamos el verbo ser, excepto que queramos identificar a una persona.

“El señor Martín, no es un enfermo (sinónimo de paciente), sino un médico”.

Para decir que tienes un catarro muy grande puedes decir:

-Tener un catarrazo (con el sufijo “-azo” que también tenemos en trancazo).

-Tener un buen catarro. Aquí “buen” significa grande.

-Tengo un catarro … o “tengo un catarro horrible”. El artículo indeterminado funciona como intensificador en muchas ocasiones. Otros ejemplos: “Mario hoy esta de un grosero, que no hay quien lo aguante”.

Menudo catarro tengo.

Vaya catarro (que) tengo.

Origen de tener un trancazo

El curioso origen de esta expresión se remonta al siglo XVIII (dieciocho). La última esposa de Fernando VII, María Cristina de Borbón Dos Sicilias, tenía un amante durante la enfermedad del rey, un sargento de la guardia de corps originario de Tarancón en Cuenca con el que se casó después de la muerte del monarca.

En una ocasión, después de tener una relación íntima con su amante fue a visitar al rey que estaba en su lecho de muerte. Antes de entrar en la habitación confesó a su dama de compañía que el sargento “tenía un buen trancazo” en referencia al tamaño del órgano reproductivo del sargento (estoy haciendo esfuerzos por no sonar soez). Sorprendentemente el rey escuchó este comentario, se enfadó y empezó a gritar.

Entonces, la reina, muy rápida, se inventó que en Tarancón llaman “un trancazo” a un gran catarro. El rey miró a su médico de cabecera que, después de mirar a la reina, corroboró esta afirmación para que el rey no se llevara un disgusto y empeorara. Poco a poco se fue extendiendo por la corte y después llegó a la calle.

Por cierto, que el sargento Agustín Fernando Muñoz y Sánchez, que así se llamaba el sargento, después de la boda, los españoles empezaron a llamarle Fernando Octavo.

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Recuerda que si escuchas alguna expresión que no conoces o tienes alguna pregunta sobre el vocabulario o la gramática que aparece en este artículo, puedes dejarme un comentario.

Por Carmen Madrid – El español del día

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